El 2 de enero de 2021 entrará en vigor una nueva regulación sobre el crédito revolving por la que se introducen mejoras destinadas a aumentar la transparencia y a fortalecer la evaluación de solvencia que las entidades deben realizar antes de conceder este tipo de crédito para prevenir situaciones de endeudamiento insostenible.
La mayoría de las entidades comercializa el crédito revolving asociado generalmente a una tarjeta. Este tipo de crédito te permite aplazar los pagos en cuotas fijas o en un porcentaje del crédito o del saldo dispuesto, de manera que el límite se va renovando con la parte de la cuota destinada a amortizar el capital ya gastado.
El Tribunal Supremo se ha pronunciado sobre la usura de estos créditos en dos sentencias de 25 de noviembre de 2015 y 4 de marzo de 2020, pero la falta de transparencia sobre la manera de comercializar y suscribir estos productos es evidente y es preciso tomar medidas para que los consumidores sepan lo que realmente están contratando.